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martes, 26 de noviembre de 2019

0 GANAS DE ESCRIBIR

He estado muy desaparecida. La razón es, y no es por justificarme, la desmotivación que tengo ya con y por todo. No quiero ni una sola palabra de positivismo, alentador estilo -son malas rachas, ya te irá mejor- o -eso es lo de menos-.
Sinceramente me importa una mierda si estas comparando MI situación con otra, o si desde tu experiencia te crees con el derecho de quitarle importancia. Porque YO me centro en MI, porque YO no vivo en la vida de los demás al igual que ellos no viven en la mía para saber de qué modo me  siento.

Son tantas cosas que hacen que a la mínima te caiga como un peso enorme... y estoy cansada.

Ya no se trata de la actitud que tenga. Al principio, y lo digo de verdad, tenía esa diminuta idea de que tal vez era mi actitud la que me sugestionaba y hacía que todo me saliese mal, que sintiera que la gente no me valoraba como realmente tienen que valorarme o que todo el trabajo y esfuerzo se derrumbaba ante mis ojos. Pero es que esa idea se ha tenido que disipar cuando después de querer mejorar mi actitud, esforzarme al máximo y hacer lo mejor de mí en mis peores días no-sirvieron-de-nada. 

Tengo grabada a fuego esa frase en mi cabeza. Nada sirve. Ni el esfuerzo, ni ser mejor, ni pensar en positivo, ni ser empático, ni ser constante. Y un sinfín más de ''níes''. El día que verdaderamente os crucéis con la justicia y reconocimiento, saludadlos de mi parte.

martes, 29 de enero de 2019

MENTES CENSURADAS

Casi siempre tengo la sensación de que la gente que no me conoce me juzga mal, se hace una idea en la cabeza sobre mi personalidad que no concuerda con la real y me rechazan. Y no quiero sonar egocéntrica, pero cuando me miran, veo en sus ojos cierto desprecio por la seguridad que ven en mi. En mi forma superficial, segura y misteriosa, con la cabeza alta, la vista al frente e impasible a la gente que me rodea es lo que reflejo, es lo que las personas ven y lo único que saben juzgar.
Y no es que estas cosas afecten a mi persona, sé con certeza que todo eso es irrelevante para mí; lo que me parece incontenible es que la sociedad se rija siempre por las primeras impresiones, sobretodo de las primeras impresiones de las personas `mas distintas a la sociedad´, tienen miedo, y sus mentes son retrógradas aún.
Se dejan guiar por las primeras sensaciones que les transmitimos, a través de la envidia, a través del rechazo, a través de recriminar y evaluar, y lo único que consiguen es el retroceso de sus mentes en pleno siglo XXI.

domingo, 14 de octubre de 2018

LO QUE NO TE MATA TE HACE MÁS FUERTE

Cada vez que leo el título (que por cierto es de la cuarta parte de una novela de David Lagercrantz) asiento siempre. Digamos que para mí tiene un significado personal, e imagino que las personas que han pasado por cosas duras en su vida pensarán de igual modo que yo y tendrá para ellos significado parecido...
Si estuviera muerta ya, me habrían vencido las situaciones como persona, y admito que más de una vez pensé que la mejor solución es desconectar de la vida y desaparecer de una vez por todas. Pero aun sintiéndome perdida intento no ser egoísta y sacar lo escaso positivismo que me queda para darme razones por los que existir. Ahora lo que más me sustenta es la persona a la que quiero, y aunque no se lo digo porque es muy triste, yo se lo estaría agradeciendo siempre.
Respecto al título, pues bien saben aquellos que tienen ganas de desaparecer muchas veces que si deciden no dar ese incorrecto paso se acaban acorazando y fortaleciendo. Y no digo que se vuelva todo más sólido, pero se siente tu mundo un poco más resistente.

Me da mucha pena tener que escribir de estos temas por aquí, me da mucha pena que con casi 21 años solo quiera desvanecerme, me da mucha pena que mi vida y mi familia no sea estable como la de otras muchas personas que sí tuvieron más suerte.

[escucho en estos momentos November de Max Richter y me ha decaído el humor]

...por lo que me despido.

domingo, 29 de julio de 2018

QUE LE JODAN A VUESTRA RUTINA

Cuando él se marcha a mi se me van las ganas de vivir, un vivir dónde tengo unos padres que me tienen atada a una aburrida rutina, a una aburrida casa, a una aburrida ``familia´´. Mi familia es falsa. No hay empatía, esfuerzo, felicidad, tranquilidad. Todo es robótico, mecánico. Uno con su locura, machismo, irrespeto, otra con sus manías, poca iniciativa por hacer ciertas cosas sola.

Sola; yo sí que quiero estar sola, quiero vivir una vida en la que ellos formen parte de lo escaso, una vida en la que ya no esté amarrada por el -qué haces, a dónde vas-. ¿Por que para qué si lo van a criticar? ¿Por que para qué si van a intentar herirme diciendo que no soy diferente, que soy rara? ¿Por que para qué si quieren cambiar mi naturaleza y propia rutina?
Por eso, cuando él se marcha, no quiero vivir; no soy feliz, no me entiende ni comprende la gente que me rodea, no empatizan ni me calman, solo él que se va...

Te quiero tanto que me haces vivir.

domingo, 6 de mayo de 2018

MI GRAN ARMADURA

Diría -realmente increíble como se va la gente, como cambia mi vida y las compañías- pero no sería la forma más sincera de empezar una entrada, ya que sinceramente a estas alturas no me sorprenden los grandes cambios constantes en mi vida. Es una mierda, como estoy siempre tensa, sin poderme dar un respiro, preparada en cualquier momento a cualquier cambio que pueda joderme, a cualquier persona que pueda herirme... no hay un solo día que piense -relájate, deja de vigilar tu escudo y coraza un poco-, esa jodida desconfianza nunca desaparece, lo sé, aunque me esfuerce, siempre estaré echando la vista hacia mis lados por si alguien quisiese hacerme daño. Y a ver, siempre hablo como si me encontrase en una situación física, pero es el mejor modo de explicar como funciona mi mente, mis pensamientos...
Estoy perdiendo a gente; gente que dejé entrar en mi vida, pero siempre ha permanecido en mí la idea de que algún día se marcharían de ella, y no digo que no duela, duele durante unos escasos segundos, y al momento me digo a mi misma -tu ley de vida, siempre ha estado ahí esa idea de que tendría que suceder en cualquier momento-. Es así siempre en efecto bucle, la gente viene y va, así hasta que mi corazón deje de latir.
Mi madre dice que no debería de pensar tanto en lo que vendrá, en lo que podría suceder y en lo que no, o como diría yo -dejar fluir las cosas-, pero no puedo, no puedo llegar a confiar en esas personas que están en mi vida, y realmente tampoco me dan un motivo para hacerlo, nunca lo hicieron. Yo no quiero que una conciencia me diga -te lo dije- cuando alguien me ha querido hacer daño, quiero una conciencia que me diga -lo sabíamos-. Y es que ya es todo tan automático... instintivamente freno, me coloco mi coraza y por ella no puede descubrirme nadie, la verdad es que si intentase no colocármela me saldría poco natural; necesito ese impulso, esa fluideza natural, esa seguridad de querer quitármela y dejar que sucedan las cosas por si solas.