SÍ, SOY UNA MASOCA

Dicen que cuando estas con una persona y al momento de despedirte vuelves a echarle de menos es porque sientes algo demasiado fuerte por ella y que estas enamorado... Yo antes me reía de ese sentimiento cuando me lo contaban, lo veía lo más cursi del mundo porque siempre he sido una persona súper distante y que se guarda ciertas cosas; porque para qué mentir, no me fío de nadie y pienso que nadie merece la pena hoy en día.

Ahora me siento la persona más triste del mundo, porque creo que empiezo a tener esas ganas de no querer separarme de cierta persona. Y no lo llamo amor, bueno, no sé ni como llamarlo, ando confusa porque ciertamente nunca he sentido tan intensamente por alguien y nunca me he enamorado, así que no sé qué me pasa. Me niego a pensar que pueda ser que me esté enamorando, porque tengo tanto miedo de que me hagan daño por ese estúpido sentimiento, tengo miedo de separarme de esa persona y me duela y tengo miedo de ser rechazada y hundirme. Así que me quedo tal y como estoy, manteniéndome en la zona de no expresar nada, rechazarlo, hasta que, no sé, todo pase, quede olvidado.

Algo me pide que me deje llevar por lo que siento, pero me niego a perder lo que ahora tengo y es importante para mí.

Hoy estoy demasiado deprimida como para despedirme ·

LA FORMA EN LA QUE QUIERO ESTAR CONTIGO

Mírame, y no dejes de hacerlo. Dime mientras tanto que nunca te separarás de mi lado, que estarás ahí siempre, y que harás un intento por hacerme sonreír. Y cuando te tengas que ir, que sea por algo temporal, pero llámame, haz que con escuchar tu voz sienta que estás aquí mismo, a mi lado. Mantente en silencio unos segundos, y luego di que me echas de menos. Que cuando esté triste sólo me abraces, aunque sea durante la mayor parte del tiempo, siempre podré aceptar tus abrazos, porque solo se lo permito a la gente que realmente me importa, porque solo tú me importas. Déjame viajar contigo, perderme contigo, para olvidar al resto y centrarme solo en lo importante. Que hablemos en cualquier lugar, y me cuentes tu filosofía, la vida desde tu perspectiva. Bésame de forma innesperada, porque quieres, o simplemente porque no sabes de qué forma estar más cerca de mí. Pasa noches enteras conmigo, en la cama, en el coche... no importa dónde, importa con quién. Deja los años de madurez a un lado y ponte a hacer tonterías conmigo, ríe conmigo.

Simplemente quédate en mi vida y forma parte de ella.