Redes sociales

viernes, 24 de noviembre de 2017

DETERIORADA

Mi mente por algunos instantes se desmorona, pierdo el control y, está mal, todavía siento la necesidad de desgarrarme la piel. Un cúter, cortar, una vaga mirada al brazo, cortar, una percepción de sonidos a mi alrededor que no quiero escuchar, cortar...
Admito que no estoy del todo curada, pero por suerte tengo una razón que me sigue sustentando para poder sobrellevar la situación, soportarla. Me viene a la mente ¿cuánto llevo sin llorar en silencio? no sé hace cuánto, tanto que me falla la memoria, pero hace tanto que creo que estoy corrompida por dentro. Destapo ciertos sentimientos, pero otros están acallados, y si hay alguna posibilidad de que no existiesen, entonces es esta última opción. No lloro por mí, y menos por nadie. Hace mucho que intento entender qué me pasa, por qué lo hacía; ahogo todo lo que me daña, consumo ese daño, ese... dolor, del presente, pero también del pasado, que se acumula y me corroe las venas, la mente, y todo esto conlleva a las ganas de querer darme dolor físico para arrinconar durante  un escaso tiempo mis pensamientos negativos, mi mal.